Hoy vengo a hablar del amor, del que no puede contenerse, del que nace sin embarazo previo, gestado por un momento idílico, en un plazo involuntario y parido en largos besos, sin dolor... hoy vengo a hablar del amor, de roces casuales que desean ser caricias, de miradas que enfatizan mensajes lanzados de corazón a corazón... hoy vengo a hablar del amor.
De ese que siempre está dentro, aunque a veces se aletargue, aunque a veces llegue tarde, aparece en un instante y en mitad del descontrol, le da sentido a la vida. Del que provoca fervor, hoy vengo a hablar del amor... del que desborda pasión, al compartir el calor, del que no entiende el tú sin el yo.
De ese que siempre está dentro, aunque a veces se aletargue, aunque a veces llegue tarde, aparece en un instante y en mitad del descontrol, le da sentido a la vida. Del que provoca fervor, hoy vengo a hablar del amor... del que desborda pasión, al compartir el calor, del que no entiende el tú sin el yo.
Hoy quiero hablar de este amor, que ha renovado tejidos, antes jirones, con sus nuevas emociones, que paraliza el temor, y me llena de ambiciones y me saca del sopor con sus canciones. Hoy vengo a hablarle a mi amor.
5 comentarios:
Qué hermoso, ese amor que construye nuevos mundos con las cenizas de los antiguos.
besos
De las cenizas de lo antiguo nada crece... Sólo las semillas nuevas pueden renovar la savia interna. Un abrazo :)
Las cenizas de lo antiguo siempre son el sustrato de lo nuevo. Es sabido que los terrenos volcánicos son muy fértiles. Es curioso cómo el ciclo de la vida se perpetúa porque la vida se abre camino incluso en las condiciones más inverosímiles.
:D
un beso
No comparto la opinion. Solo el Feniz renace de las cenizas; solo un corazon fuerte y herido renace de cenizas, dificil lugar para el amor.
Tu relato precioso, Ana, como tu.
Gracias "Anónimo" :)
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