En los naipes que arroja el destino, difusos dibujos, metáforas a intrepretar, amenazas con tintes de consejos, mensajes polisémicos... y en las letras, lo vivido... cuentos sobre una cuenta atrás ya terminada, palabras con sabor a cero, con restos de recuerdos, mentiras que quisieron ser verdades pero no lo consiguieron... "para siempres" que se extinguieron en eternidades limítrofes con realidades limitadas y algún que otro "te quiero" capturado, incapaz de convertirse en un "te quise" acorde a la actualidad. Promesas que no se cumplieron, y de la baraja siguen saliendo los corazones boca abajo indefectiblemente... los diamantes ya pulidos son piedras comunes sin brillo, los tréboles deshojados, marchitos y las picas parecen más punzantes, como estilográficas que ansiaron clavarse en papeles virginales y cartas que, por mucho que barajes nunca salen porque, no tienen destino que mostrarte, porque no tiene sentido adivinar lo que ya sabes: que compondrás ilustres historietas ilustradas carentes de arte de cómo reducir lo peculiar a meras banalidades, transfigurar a quien creíste especial en el más vulgar de los mortales.