He decidido incluirte en mi soledad, para que desvistas la nostalgia y la disfraces de memoria, dispuesta a rememorar... Pero no vienes si no te llamo, y aún llamándote no vienes, soy yo la que te imagina, la que te mueve y te pone voz, la que inventa una conversación que en realidad nunca existió más que en algún sueño... que me duermo en fantasías y me acunan los fantasmas... que vuelve el miedo y hoy lo espanto a carcajadas, pero puede que mañana me de por llorar... que me sobran las razones para echarte de mi vida y sin embargo, te mantengo en mente... dibujándonos en líneas perpendiculares que se cruzan demasiadas veces...
No mereces lo que ofrezco. Lo que me ofreces no lo merezco. Porque sé que te irás y no quiero echarte de menos...