Trepar por árboles imaginarios, mimetizados, tú de mí, yo de tí... de tu tronco yo las alas, a horcajadas en tu espalda, y agarrarme a tu cintura con mis patas.
Mi cuello, cebo. Apártame el pelo, será lo que nos ate.
Tus ojos, dos cristales, canicas negras, esferas oscuras que me envuelven en sombras... tiemblan mis piernas que permanecen quietas. No quiero correr si no es contigo. Estática permanezco, a expensas de que me hables. No digas cuál es el destino de este viaje, sólo susurra que quieres que te acompañe... Dibuja una sonrisa y me morderé los labios... Descifra mi silencio, deshazlo, traéme palabras nuevas... y llévame contigo... de la mano.